Las nuevas recomendaciones se dirigen a los fabricantes de alimentos y a los restaurantes. Algunos expertos dicen que no van lo suficientemente lejos.

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), citando una epidemia de enfermedades relacionadas con la dieta, publicó nuevas directrices destinadas a reducir la cantidad de sal que los estadounidenses consumen en restaurantes, comedores escolares y camiones de comida, o cuando comen alimentos envasados y preparados en casa.

Las recomendaciones, emitidas tras años de retraso, pretenden reducir la ingesta media diaria de sodio en un 12% en los próximos dos años y medio, animando a los fabricantes de alimentos, restaurantes y empresas de servicios alimentarios a reducir el uso de la sal.

Ese objetivo se traduce en 3,000 miligramos de sal -un poco más de una cucharadita- frente a los 3,400 miligramos que los estadounidenses suelen consumir al día. Los expertos en salud elogiaron modestamente las nuevas directrices, afirmando que ayudarían a llamar la atención sobre el problema del exceso de sodio, pero muchos expresaron su preocupación por el hecho de que las medidas voluntarias podrían no ser suficientes para obligar a cambiar a una industria que a menudo se resiste a la supervisión reglamentaria.