Varios estudios han demostrado que realizar 15 minutos diarios, es decir 90 minutos a la semana de ejercicio cardiovascular de intensidad moderada, reduce en un 14 % el riesgo de mortalidad por todas las causas, comparado con las personas que no realizaban ningún tipo de actividad física.
En resumen, los que no realizan ningún ejercicio físico, tienen un 17 % más de riesgo de mortalidad por todas las causas y un 11 % de riesgo de mortalidad por cáncer, comparado con el grupo que realiza ejercicio moderado durante 15 minutos al día.
En los estudios también se encontró que las personas menos entrenadas, presentaban mayores beneficios que las personas que ya estaban entrenadas. Lo que quiere decir que, si pasamos de tener una vida completamente sedentaria a realizar 15 minutos de actividad diaria, se logran grandes beneficios en salud, pero pasado este umbral, hay que exigirse un poco más.