Un estudio realizado por varias universidades de Japón comprobó lo ya creíamos por instinto que era cierto: los bebés se relajan más cuando los abraza su mamá o su papá que cuando lo hace otra persona.
¿Cómo ocurre esto?
Los bebés desde los 4 meses ya pueden distinguir los abrazos de sus padres que los demás; y esto ocurre porque no todos abrazamos del mismo modo y los bebés lo detectan.
Los bebés entre los 4 y 12 meses se relajan cuando son abrazados y esto no es lo mismo que sostener o sujetar al bebé. Es decir, durante un abrazo la posición y la presión que se ejerce es diferente a cuando simplemente se sujeta a un bebé.
¿Cómo lo comprobaron?
Durante la investigación notaron que tanto la madre, el padre y el bebé reflejaban un aumento en la variabilidad de la frecuencia cardiaca (VFC) en un electrocardiograma, lo que quiere decir que el tiempo entre latido y latido aumentó, reduciendo la frecuencia cardiaca y, por ende, mayor relajación.
¿Los abrazos sirven para calmar el llanto del bebé?
Los investigadores dijeron que: “nuestros estudios preliminares mostraron que los que estaban llorando no pararon de hacerlo ni siquiera después de un abrazo materno y no mostraron ningún cambio en la respuesta del ritmo cardiaco”.
Los abrazos demostraron que relajaban a los bebes cuando no estaban llorando, pero si lo estaban haciendo, no servían como medida para frenar el llanto.
Cabe recordar la importancia de los abrazos y las caricias en los bebés, porque el contacto físico es necesario para el desarrollo físico y psicológico del niño. Además, a través de los besos, los abrazos y las caricias se crea un vínculo y se desarrolla el apego y la confianza entre madre e hijo.