Un estudio realizado por la Universidad College de Londres encontró que cuando una persona es infiel siempre lo será.
Los infieles tienen tendencia a ser mentirosos, comparados con los hombres que son honestos con sus palabras y actos.
El investigador Neil Garrett dice que hay un factor que no permite engañar a nivel emocional.
Un infiel puede convertirse en una persona inmune a los interrogatorios, debido a que tendría las respuestas exactas para su pareja.
La amígdala cerebral es la causante de que aparezcan los remordimientos y la vergüenza, lo que podría ser una barrera para los que son infieles.
Los infieles dicen mentiras como: “estaba con mis amigos”, “tuve que trabajar hasta tarde”, “me quedé sin batería”, etc.
En el estudio también se encontró que, los honestos y que aman de verdad a su pareja, pueden salir muy lastimadas y además, ser manipuladas.