Más de seis semanas después de prometer una nueva norma de vacunación o prueba que cubra a los millones de estadounidenses de empresas con 100 o más trabajadores, la medida más agresiva del presidente Joe Biden para combatir la pandemia del COVID-19 está casi lista para ver la luz.
Se espera que una oficina de la Casa Blanca dé luz verde cualquier día a la letra pequeña de la norma que detalla cómo y cuándo las empresas tendrán que exigir a sus empleados que se vacunen o se sometan a pruebas semanales.
El plazo completo de aplicación, que podría conllevar sanciones de unos 14,000 dólares por infracción, podría no entrar en vigor hasta después del año nuevo. Por ello, Biden y sus colaboradores llevan semanas animando a las empresas a que actúen como si la norma ya estuviera en vigor y empiecen a imponer requisitos de vacunación.