Los “me gusta” y los “compartidos” convirtieron a la red social en lo que es. Ahora, según documentos de la empresa, está luchando por lidiar con sus efectos.
En 2019, los investigadores de Facebook comenzaron un nuevo estudio sobre una de las características fundacionales de la red social: el botón Me gusta.
Examinaron lo que la gente haría si Facebook eliminara el distintivo icono de pulgares hacia arriba y otras reacciones emoji de las publicaciones en su aplicación para compartir fotos Instagram, según los documentos de la compañía. Los investigadores descubrieron que los botones habían causado a veces “estrés y ansiedad” a los usuarios más jóvenes de Instagram, especialmente si las publicaciones no recibían suficientes “Me gusta” de sus amigos.
Pero los investigadores descubrieron que cuando el botón “Me gusta” estaba oculto, los usuarios interactuaban menos con las publicaciones y los anuncios. Al mismo tiempo, no se aliviaba la ansiedad social de los adolescentes y los usuarios jóvenes no compartían más fotos, como la empresa pensaba que harían, lo que daba lugar a una mezcla de resultados.
La investigación sobre el botón “Me gusta” fue un ejemplo de cómo Facebook ha cuestionado las características fundamentales de la red social. A medida que la empresa ha ido afrontando una crisis tras otra en materia de desinformación, privacidad y discurso de odio, una cuestión central ha sido si el funcionamiento básico de la plataforma ha sido el que ha fallado, es decir, las características que han hecho que Facebook sea Facebook.