El otoño ya está aquí, y eso significa que las hojas de su jardín están empezando a cambiar de color y a caer al suelo.
Pero si pensabas añadir a tu lista de tareas del fin de semana el rastrillar el jardín y embolsar las hojas, piénsalo de nuevo. Los expertos dicen que rastrillar y retirar las hojas puede ser peor para su jardín, y también para el planeta.
Dejar al menos una parte de las hojas en el jardín puede ayudar a fertilizar el césped y otras plantas, proporcionar refugio a los animales e incluso reducir las emisiones de los vertederos. Esto es lo que debes saber sobre la gestión de las hojas de tu césped este otoño.
¿Cómo pueden las hojas ayudar a mi jardín?
Las hojas caídas pueden servir de abono natural para las plantas, según explicó a USA TODAY David Mizejewski, naturalista de la Federación Nacional de la Vida Silvestre.
“Las hojas caen alrededor de la zona de las raíces de estas plantas, donde hacen cosas como suprimir el crecimiento de las malas hierbas u otras plantas que de otro modo competirían con los árboles y los arbustos”, dijo.
“Se descomponen lentamente y se convierten en abono en la base del árbol o del arbusto, justo por encima de su zona radicular, donde devuelven nutrientes que la planta puede reciclar y reutilizar la próxima primavera”, explica.
Y cortar el césped puede romper las hojas y aportar nutrientes al césped, según Maxim Schlossberg, profesor asociado de nutrición de céspedes y fertilidad del suelo en Penn State.
“Como son más pequeñas, los microorganismos las desmontan y descomponen más rápidamente. Y todo el proceso de reciclaje de esos nutrientes que se devuelven al suelo se produce con mayor rapidez”, dijo.