El representante Kevin McCarthy de California, el principal republicano de la Cámara de Representantes, tomó recientemente las redes sociales para advertir que los demócratas han urdido una trama ruin. “Los demócratas”, dijo, “quieren rastrear cada centavo que usted gana para luego poder gravarle a usted y a su familia con la máxima cantidad posible”.

Pues sí. Los demócratas quieren que los estadounidenses paguen toda la cantidad que deben en impuestos.

Lo que no recibe suficiente atención es que muchos republicanos parecen no estar de acuerdo.

La resistencia a los impuestos es el núcleo podrido del Partido Republicano moderno. En las últimas décadas, los republicanos han reducido drásticamente los tipos del impuesto federal sobre la renta que grava a los ricos y a las grandes empresas, pero su oposición a los impuestos va más allá. Ayudan a la evasión fiscal.

Los republicanos han recortado la financiación del Servicio de Impuestos Internos durante la última década, debilitando la agencia. Cuando los ricos y poderosos abren lagunas en el código tributario, los republicanos luchan de forma habitual para mantenerlas abiertas. De hecho, valoran a los estadounidenses que encuentran formas de pagar menos, una normalización del comportamiento antisocial que puede ser incluso más perjudicial que los esfuerzos de sabotaje burocrático.