Existen muchos tipos de besos: de amor, de cariño, de saludo, etc. y cada uno tiene su propia particularidad.
Pero los besos de amor o de pasión tienen la característica que nos lleva a cerrar los ojos.
El beso es el comienzo de algo íntimo y la saliva humana contiene hormonas como la testosterona, por lo que la sensación del beso con los ojos cerrados es mucho más intensa.
Varios estudios tratan de explicar las razones por las que cerramos los ojos cuando besamos.
Un estudio realizado por la Universidad Royal Halloway de Londres, concluyó que el cerebro no puede manejar el estímulo visual y el sensorial al mismo tiempo, por lo que se cierran los ojos y así se preparan los labios para iniciar el acto.
También dicen que, al cerrar los ojos durante un beso apasionado, se aumenta la intimidad del encuentro logrando que sea más placentero.
Otros estudios muestran que cerramos los ojos al besar como consecuencia del mal enfoque de la visión con los objetos que se encuentran muy cerca. Además, al cerrar los ojos sentimos más libertad y menos pudor para hacer de ese momento algo especial.