Educar a los hijos es una labor satisfactoria pero ardua.
Aunque hay momentos muy difíciles en los que estás estresada por el trabajo, todas las obligaciones y, además, tus hijos se están comportando mal, es probable que te enojes tanto que llegas a gritarles, pero esa no es la mejor opción ya que puedes poner en juego su salud.
La especialista en trabajo social para los niños y las familias de la Universidad de Oxford, Lucie Cluver, dice que gritar a tus hijos puede traerles problemas psicológicos y afectaciones en la salud física a largo plazo.
La experta afirma que si te la pasas gritándole a tus hijos cuando son niños y crecen en un ambiente lleno de enojo, gritos y a la defensiva, ellos serán más propensos a sufrir enfermedades cardíacas, de los vasos sanguíneos, vivirán estresados y serán más proclives a padecer trastornos.
Por ejemplo, en un estudio realizado en 2011, se evidenció que los niños a quienes les gritan mucho, pueden llegar a desarrollar trastornos autoinmunes.
Como si no fuera suficiente, los niños que crecen en ambientes donde los gritos son constantes, desarrollan de diferente manera el área del cerebro encargada de procesar el lenguaje y los sonidos, comparados con los niños que no vivieron esa situación.
Los gritos también causan enfermedades psicológicas porque crecen con problemas de socialización, son más agresivos, menos empáticos y más retraídos socialmente.
Ya lo sabes; es mejor buscar otras alternativas de los gritos y los golpes para educar a tus hijos porque puedes causarles enfermedades.