Estados Unidos está sumido en una crisis de la cadena de suministro. Las importaciones tardan en llegar, los artículos en las estanterías de las tiendas son cada vez más escasos y los precios suben.
En el fondo, la crisis de escasez es una crisis de producción, que se siente con mayor intensidad en los bienes que más necesitamos. Ya sean equipos de protección personal, medicamentos o semiconductores, la pandemia de coronavirus ha puesto de manifiesto una dura verdad: Estados Unidos -el país más fuerte del mundo- no puede producir un suministro adecuado de los bienes críticos que necesita.
Make in America to Sell in America Act.
Según este plan, los funcionarios del Departamento de Comercio y del Departamento de Defensa identificarán los bienes e insumos que determinen como críticos para la seguridad nacional y esenciales para la protección de la base industrial. Estos bienes quedarán sujetos a un nuevo requisito de contenido local: si las empresas quieren acceder al mercado estadounidense para estos bienes críticos y esenciales, más del 50 por ciento del valor de esos bienes que venden en Estados Unidos debe ser fabricado en Estados Unidos. Las empresas tendrán tres años para cumplirlo, y podrán recibir exenciones temporales específicas si necesitan más tiempo para deslocalizar la producción. En efecto, la legislación aplica los principios de abastecimiento nacional de la Buy American Act -ley que rige la contratación pública federal- a todo el mercado comercial.