Un atasco cada vez mayor en el transporte de mercancías está desafiando las esperanzas del presidente Biden de restablecer la normalidad en los movimientos de carga, obstaculizando la recuperación económica y amenazando los planes de compras navideñas de los consumidores.

Dos semanas después de que los funcionarios de la administración Biden anunciaran medidas para que el principal complejo portuario del país funcione las 24 horas del día, el atasco de barcos anclados en la costa del sur de California no ha hecho más que aumentar. Hay pocos indicios de que los camioneros estén aprovechando el horario ampliado de las terminales para trasladar los contenedores fuera de los muelles abarrotados.

En el muelle 400 de APM Terminals en Long Beach (California), la mayor instalación privada de este tipo en Norteamérica, casi la mitad de las 2,000 citas disponibles para los camioneros no se utilizaron el viernes, según Maersk, propietaria del lugar.

A medida que aumentan las quejas de los cargadores afectados, los funcionarios de la administración están presionando a los puertos, las terminales y los camioneros para que se replanteen sus operaciones. El lunes, los puertos de Los Ángeles y Long Beach dijeron que impondrían nuevas tarifas diarias a los transportistas de carga en un intento de despejar los muelles y hacer sitio a los contenedores atascados en los barcos en alta mar.