Los vuelos cancelados, los aviones repletos, el aumento de las tarifas y los estallidos de violencia son la nueva normalidad de los viajes aéreos. Volar es cada vez peor, tanto para los pasajeros como para las tripulaciones.
Los problemas son más profundos que las crisis operativas que hicieron que Southwest (LUV) y American Airlines (AAL) cancelaran miles de vuelos durante períodos de cuatro días en las últimas semanas, dejando tirados a decenas de miles de pasajeros enfadados.
La escasez de personal está provocando la sobrecarga de trabajo de las tripulaciones de vuelo y la mayoría de los vuelos cancelados. Las vacunas obligatorias podrían provocar aún más escasez de personal. La reducción de la oferta de vuelos ha provocado un aumento de los precios de los billetes. Y los altercados en torno a las máscaras han sido la constante de un año miserable para los viajes.
Estos problemas continuarán hasta bien entrada la temporada de vacaciones, y quizás empeoren aún más.
American y Southwest achacaron sus recientes colapsos de servicio a la falta de suficientes pilotos y auxiliares de vuelo para ajustarse a las cancelaciones que comenzaron con el mal tiempo.
Funcionarios de varios sindicatos de aerolíneas dicen que sus miembros están estresados hasta el “punto de ruptura” por las condiciones de trabajo debido a la falta de personal.