El ajo es una planta bulbosa del género Allium. Se ha usado como condimento desde hace miles de años; por ejemplo, se sabe que los egipcios consumían ajo hace 6 mil años y los monjes en la edad media masticaban el ajo para protegerse de las enfermedades como la peste.

Cada 100 gramos de ajo contienen 114 kcal. Es rico en calcio, hierro, vitamina C y vitamina B1 y B2. También contiene antioxidantes como la aliína.

El ajo no tiene olor, pero al tener contacto con el aire, la aliína se convierte en alicina y así se produce su característico olor.

El ajo es un buen antibiótico y antimicótico.

Si se consume en infusiones, contribuye a la eliminación de toxinas del organismo.

Mejora la circulación sanguínea.

Baja los niveles de triglicéridos

Es un anticoagulante natural

También se recomienda a las personas con ateroesclerosis o con hipertensión.

Fortalece el sistema inmunológico.

Los expertos recomiendan consumir los ajos en su estado natural para aprovechar todos sus nutrientes y beneficios.