La pandemia de COVID-19 desencadenó una crisis de salud mental contra la que, según los expertos, los Estados Unidos podrían tener que luchar durante años.
A medida que los estadounidenses perdían a sus seres queridos, sus empleos y su salud a causa del COVID-19, varios informes mostraron un aumento constante de la ansiedad, la depresión y los trastornos por consumo de sustancias. Pero a pesar del aumento de estos problemas de salud mental, un estudio del gobierno encontró que las muertes por suicidio disminuyeron durante este período.
El número total de suicidios en 2020 fue un 3% menor que en 2019, según el estudio realizado por investigadores del Centro Nacional de Estadísticas de Salud de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades. Las tasas de suicidio fueron un 2% más bajas para los hombres y un 8% menos para las mujeres en 2020.