Con casi 600,000 millones de dólares en nuevas ayudas federales para mejorar carreteras, puentes, presas, transporte público, ferrocarril, puertos, aeropuertos, calidad del agua y banda ancha a lo largo de 10 años, la legislación es una oportunidad única para revisar el sistema de obras públicas del país.
El proyecto de ley también destina 47,000 millones de dólares a la acción climática, la mayor cantidad de dinero jamás gastada por Estados Unidos para preparar a la nación a soportar los efectos del cambio climático.
Pero todavía está en el limbo en el Capitolio un segundo proyecto de ley de mayor envergadura: la legislación sobre bienestar social y cambio climático, de 1.85 billones de dólares. Un acuerdo se materializó finalmente el viernes cuando el Caucus Negro del Congreso propuso aprobar el proyecto de ley de infraestructuras inmediatamente y celebrar una votación separada sobre el proyecto de ley social a mediados de noviembre.
Biden consideró que la victoria era fundamental para poner a los estadounidenses a trabajar en proyectos largamente olvidados y que era fundamental en su estrategia para competir con China.