Los fundadores de la Universidad de Austin dicen que quieren defender la disidencia intelectual, y declaran que algo en la educación superior está fundamentalmente roto.
Un grupo de académicos y activistas planean crear una nueva universidad dedicada a la libertad de expresión, alarmados, según ellos, “por el antiliberalismo y la censura que prevalecen en las universidades más prestigiosas de Estados Unidos”.
La universidad, que se conocerá como la Universidad de Austin, o UATX para abreviar, tendrá un comienzo suave el próximo verano con “Cursos Prohibidos”, un programa sin créditos que, según sus fundadores, ofrecerá un “animado debate sobre las cuestiones más provocativas que a menudo conducen a la censura o la autocensura en muchas universidades.”