¿A quién recurrirías si supieras que un cometa está en curso de colisión con la Tierra y que es necesario actuar con decisión para evitar la extinción de toda la vida en este planeta? Si lo primero que pensó fue en Meryl Streep, ha hecho una elección excelente y terrible a la vez.

En “No mires hacia arriba”, del guionista y director Adam McKay, dos científicos interpretados por Leonardo DiCaprio y Jennifer Lawrence se encuentran ante este escenario del fin del mundo y deben recurrir a un gobierno de los Estados Unidos dirigido por la ficticia presidenta Orlean en busca de ayuda.

La buena noticia es que está interpretada por Streep, la venerada estrella del cine y la televisión; la mala noticia es que Orlean es una canalla egocéntrica que se preocupa mucho por su imagen pública pero poco o nada por dirigir el país.

Orlean es una de los varios malhechores de “No mires hacia arriba”, una sátira social que McKay escribió sobre el cambio climático pero que espera que se interprete como un comentario sobre la pandemia. La presidenta es también un personaje al que Streep se complace en dar vida con sus numerosos defectos y carencias, y agradece a McKay que les diera a ella y a sus coprotagonistas la libertad de permitirse el lujo de hacer cosas horribles.