Una profesora de Florida que atrajo la atención nacional por intentar que un hospital le administrara ivermectina murió el pasado viernes a causa de los síntomas del COVID-19.
Tamara Drock, de 47 años, de Loxahatchee, Florida, falleció 12 semanas después de haber sido ingresada en el Centro Médico de Palm Beach Gardens para recibir tratamiento. Su marido, Ryan Drock, demandó al hospital el mes pasado en un intento de exigirle que administrara ivermectina, un fármaco aprobado por la FDA sólo para tratar afecciones causadas por gusanos parasitarios, pero no por el COVID-19.
“Espero que nombren una ley con su nombre para que nadie tenga que pasar por esto”, dijo Ryan Drock a The Palm Beach Post. “Si hubiera salido del hospital, podría haber tenido la medicación”.
El fármaco no está aprobado para tratar el virus por la FDA según los ensayos preclínicos.