El proyecto de ley, tal y como está, sigue incluyendo muchos cambios que ampliarían la cobertura sanitaria, extenderían las prestaciones y reducirían los costos para todas las edades.

Los cambios no suponen una gran reconsideración del sistema sanitario de Estados Unidos, como lo sería Medicare para todos. En su lugar, los demócratas del Congreso han elaborado soluciones más pequeñas para las deficiencias del sistema actual.

Si se aprueba el proyecto de ley actual, los más de 25 millones de pacientes de Medicare con pérdida de audición podrían obtener cobertura para los audífonos. Una revisión de las prestaciones farmacéuticas también reduciría lo que los pacientes pagan por los medicamentos, incluyendo un tope mensual de 35 dólares para la insulina y un límite de gasto anual en medicamentos de 2,000 dólares. Alrededor de 2.5 millones de pacientes de Medicare pagan más que eso ahora, y los que lo hacen pueden enfrentarse a enormes facturas por tratamientos que les salvan la vida.

El proyecto de ley solucionaría un antiguo agujero en la Ley de Asistencia Asequible ofreciendo una opción de seguro médico asequible a los adultos pobres de 12 estados que no han adoptado programas de Medicaid ampliados. El proyecto de ley daría a esas personas acceso a planes gratuitos de Obamacare, con beneficios adicionales que eliminarían la mayoría de los copagos y ofrecerían servicios adicionales.

El proyecto de ley ampliaría de forma permanente el Programa de Seguro Médico para Niños, que ofrece prestaciones sanitarias baratas a casi 10 millones de niños de familias con bajos ingresos.

El sistema de cobertura sanitaria de Estados Unidos sigue estando fragmentado. Algunos grupos, como los inmigrantes indocumentados, siguen quedando fuera. Otras personas siguen teniendo dificultades para pagar la cobertura o carecen de seguro para prestaciones como la atención dental. Y algunas de las principales ampliaciones de cobertura expirarán después de 2025 si el Congreso no las renueva.