Incluso cuando el presidente Biden logra algunas victorias como el proyecto de ley bipartidista de infraestructuras de un billón de dólares, los demócratas advirtieron que muchos de sus más leales partidarios ven inacción en prioridades clave del partido como el derecho al voto, la inmigración y la reforma de la justicia penal. Esto ha dejado a las bases del partido insatisfechas y desmotivadas de cara a las elecciones intermedias del próximo año.
La creciente frustración ha reavivado un debate sobre la estrategia electoral que ha estado en auge dentro del partido desde 2016.
Los índices de aprobación de Biden han caído a mediados de los 40, a pesar de que prácticamente toda su legislación cuenta con un apoyo mayoritario en las mismas encuestas.
