Los científicos han identificado una versión “furtiva” de la variante Omicron que no puede detectarse con las pruebas rutinarias que los funcionarios de salud pública utilizan para rastrear su propagación en todo el mundo, informan mis colegas Ian Sample y Peter Walker.
La variante sigilosa tiene muchas mutaciones en común con la Omicron estándar, pero carece de un cambio genético concreto que permite utilizar las pruebas de PCR de laboratorio como medio aproximado para señalar los casos probables.
Los investigadores afirman que es demasiado pronto para saber si la nueva forma de Omicron se propagará de la misma manera que la variante estándar de Omicron, pero que la versión “sigilosa” es genéticamente distinta y, por tanto, podría comportarse de manera diferente.
La variante sigilosa se detectó por primera vez entre los genomas del virus Covid enviados en los últimos días desde Sudáfrica, Australia y Canadá, pero la dificultad para detectar la variante significa que puede haberse extendido ya más ampliamente.