El Caucus Progresista del Congreso respaldó el martes la “Ley de la semana laboral de 32 horas” del diputado Mark Takano, que reduciría la semana laboral en Estados Unidos de cinco a cuatro días.
El proyecto de ley exige una actualización de la Ley de Normas Laborales Justas firmada bajo el mandato del presidente Franklin D. Roosevelt, que estableció un salario mínimo y el pago de horas extras.
Takano afirma que su plan da prioridad a “la productividad, la remuneración justa y la mejora de la calidad de vida” de los empleados.
El modelo ha tenido éxito en ensayos anteriores. Islandia probó una semana laboral de cuatro días y comprobó que el agotamiento y el estrés de los trabajadores disminuían, sin que se produjera un descenso de la productividad. Un ensayo realizado por Microsoft Japón mostró un aumento de la productividad cuando los empleados tenían tres días libres.