Los hombres sienten que ellos son los representantes en la familia de la masculinidad, poder, fuerza y el principal sustento del hogar.

Sin embargo, ellos también necesitan saber que cuentan con su pareja para recibir cariño, apoyo, solidaridad y mucha comprensión.

Al casarse, muchas mujeres asumen un rol de “madres” y quieren empezar a vigilar y dirigir lo que hace su pareja o intentan que haga algunos cambios en su personalidad y comportamientos para convertirlo en un mejor hombre y esposo. Pero, hay que saber que eso no se debe ni puede hacer. Primero que todo, al querer cambiarlo se van a crear conflictos de pareja que pueden acabar con el amor que se tienen y también puede ocurrir que él intente liberarse o “protestar” por tu intento de dominio.

Es mejor tratarlo así:

DARLE LIBERTAD

El amor no es una cárcel donde hay un prisionero y un carcelero. En una pareja debe haber libertad y confianza para desarrollar las funciones y seguir los sueños y metas propuestas. Permite que él tenga la libertad de decidir y actuar y tampoco permitas que coarten la tuya.

RECONOCER SUS FORTALEZAS

Hazle saber cuánto admiras ciertas cualidades de él (con sinceridad) y con seguridad se sentirá muy halagado.

VALORARLO

No puedes dar por sentado que es obligación de tu pareja ser el proveedor y darte todo lo que necesitas porque no es así. Con cierta regularidad, valora y agradécele todo lo que hace por ti y por la familia.