El jueves, Jussie Smollett fue declarado culpable de montar un falso crimen de odio.
Smollett dijo que, en Chicago, el 29 de enero de 2019, fue víctima de un ataque racista y homofóbico. Dijo a la policía que los sospechosos le echaron lejía y le pusieron una soga al cuello mientras decían insultos racistas y antigays y proclamaban: “Este es el país de MAGA.”
Los investigadores descubrieron más tarde que Smollett había planeado él mismo el ataque y pagó a dos hermanos nigerianos para que le dieran una “falsa paliza.”
Los hermanos, Olabinjo y Abimbola Osundairo, testificaron que Smollett les dio líneas y les instruyó para que tiraran de sus golpes.
Smollett se enfrenta a una pena de hasta tres años de prisión por cinco cargos de alteración del orden público por presentar informes falsos a la policía. Sostiene que “no hubo ningún engaño” y planea apelar la sentencia.