A partir del lunes, se exigirá el uso de mascarillas en todos los lugares públicos cerrados de Nueva York, a menos que los negocios o los locales apliquen un requisito de vacunación para entrar.

La nueva medida, anunciada el viernes por la gobernadora Kathy Hochul, se produce en un momento en que los casos de COVID-19 han aumentado en todo el estado en más de un 43% desde el día de Acción de Gracias, lo que ha puesto a prueba el sistema de atención sanitaria en medio de la escasez de personal.

Los mandatos tienen como objetivo frenar los brotes de COVID-19 durante las fiestas, cuando se pasa más tiempo de compras y reuniones en el interior, donde el virus puede propagarse más fácilmente, dijo Hochul.

La medida permanecerá en vigor hasta el 15 de enero, después de lo cual el estado volverá a evaluarla.