Los lunares pueden ser benignos o malignos. Estos pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo y por fortuna la mayoría de las veces son lunares inofensivos.
Los lunares malignos son muy peligrosos por lo que es importante aprender a diferenciarlos de los benignos.
LUNARES MALIGNOS
Estos son llamados lunares peligrosos, malignos o cancerígenos (hace referencia a los melanomas malignos).
Los melanomas son tumores malignos que se desarrollan partiendo de los melanocitos (son los encargados de producir la melanina que le da color a la piel). Por lo general aparecen en la piel del cuerpo, pero también puede darse en los ojos, mucosa bucal, mucosa genital y labios.
Los melanomas son solo el 5 % de los tipos de cáncer de piel, pero representan el 90 % de las muertes por este tipo de cáncer.
EVOLUCIÓN
Los melanocitos que están constantemente expuestos a la radiación ultravioleta pueden tener mutaciones y poco a poco desencadenar la aparición de melanomas. Después, las células de los lunares malignos pueden llegar a desarrollarse de manera superficial y descontrolada. Aquí ya se puede detectar un melanoma precoz.
Pasados unos meses, estas células podrían invadir la parte profunda de la piel y si llegan a alcanzar el torrente sanguíneo o linfático, seguramente hará metástasis en otros órganos del cuerpo.
SÍNTOMAS
Al inicio es probable que los lunares malignos no presenten síntomas y hasta se parezcan a los lunares benignos, por lo que hay que prestarles constante atención a todos los cambios que se puedan presentar.
ABCDE DEL MELANOMA
Esta es una regla que permite que identifiquemos los cambios en los lunares y poder detectar un melanoma así:
A: Asimetría. Se refiere a que la mitad del lunar es muy diferente a la otra mitad.
B: Borde. Identificar si los bordes son irregulares.
C: Color. El lunar tiene distintos tonos de café o negro y algunas veces tienen manchas rojas, rosadas, azules y hasta blancas.
D: Diámetro. Si tienen más de 6 milímetros de diámetro. Sin embargo, los melanomas pueden ser más pequeños.
E: Evolución. El lunar cambia de tamaño, color o forma.
Cuando se detecten cambios en los lunares se debe recurrir a un dermatólogo para un examen más profundo y tomar los correctivos que sean necesarios.