Lex Fridman es un investigador especializado en vehículos autónomos que ha conseguido configurar dos máquinas de inteligencia artificial para que jueguen en un tablero con un número infinito de fichas y casillas.

Lo más interesante de esto es que las máquinas evolucionan para jugar contra sí mismas y aprender cada movimiento de su oponente. Fridman logró esta hazaña utilizando dos motores Stockfish 14 y un motor de ajedrez de código abierto.

Como explica el investigador, las máquinas son mucho más hábiles que cualquier humano, porque en lugar de hacerlas competir contra un tablero normal, Fridman decidió conectar un número infinito de subconjuntos de tableros de 8×8 y programar la disputa para que siempre haya un nuevo oponente.

El especialista mostró una pequeña parte del experimento: un tablero con unas 10,000 casillas, que también contiene un contador para las victorias individuales de cada inteligencia artificial.