Tu hijo nace y necesita de toda tu atención, cuidado y amor, es decir, hay que hacerle absolutamente todo porque es un bebé indefenso y completamente dependiente de sus padres.
Pasa el tiempo y empiezas a notar cambios en ese pequeño, verás que ya no hace berrinches ni cosas que antes te molestaban mucho. ¿Por qué? Porque tu hijo está madurando.
Cuando tu hijo cumple 6 años entra en una etapa llamada niñez temprana y se acompaña de muchos cambios, dentro de estos el más importante es que se vuelven más autosuficientes y no necesitan tanta ayuda de un adulto porque han adquirido destrezas físicas, mentales y sociales.
Como madre o padre debes acompañar a tu hijo sin asfixiarlo, para que pueda desenvolverse adecuadamente; es tu responsabilidad guiarlo para que sepa comportarse tanto en casa como fuera de ella.
Los cambios más importantes en un niño de 6 años son:
• Sistema inmune más fortalecido, lo que hace que se reduzcan las enfermedades y las frecuentes visitas al pediatra.
• Empieza a hacer cosas solo y te dirá algunas veces: yo puedo solo.
• Se baña, viste, alimenta, peina y cepilla los dientes sin ayuda.
(Si aún no lo logra, no lo presiones)
• Se anima a probar nuevos alimentos y puede ajustar su ritmo de alimentación al de los adultos.
• No te pide constantemente que juegues con él. Se entretiene solo ya sea dibujando, coloreando, escribiendo, jugando, etc.
• Siente mayor interés por practicar algún deporte.
• Disfruta más de los paseos en familia
• Su apariencia cambia, ya que se vuelven más delgado y es más consciente de su imagen, por lo que debes apoyarlo para que aprenda a aceptarse como es y no se acompleje por algún “defecto” que diga que tiene.