Los anticuerpos monoclonales y el régimen de vacunación de dos dosis no son suficientes para neutralizar la nueva variante Omicron, que escapa en gran medida a la respuesta del sistema inmunitario, pero la dosis de refuerzo es eficaz, según un equipo de investigadores europeos.

Según las conclusiones de un estudio presentado el lunes por el Instituto Pasteur y el Instituto de Investigación sobre Vacunas, en colaboración con la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica), el Hospital de Orleans y el Hospital Georges Pompidou de París, se necesitan entre cinco y 31 veces más anticuerpos para neutralizar la variante Omicron que para neutralizar la variante Delta, que ha sido la más utilizada.

Los autores del estudio, publicado por bioRxiv -lo que significa que aún no ha sido revisado por otros científicos- aislaron primero una muestra de Omicron de un paciente de 32 años, que luego analizaron con anticuerpos monoclonales, así como con anticuerpos de otras personas que habían superado la enfermedad o se habían vacunado.

De los nueve anticuerpos monoclonales utilizados, seis pierden su actividad antiviral con Omicron, y los tres restantes son de 3 a 80 veces menos eficaces que con Delta.

El jefe del Departamento de Virus e Inmunidad del Instituto Pasteur, Olivier Schwartz, uno de los autores principales del estudio, explica que “esta variante altamente transmisible ha adquirido una marcada resistencia a los anticuerpos”.

En la práctica, los anticuerpos utilizados actualmente con fines terapéuticos son “en su mayoría inactivos”, añade Schwartz.

En cuanto a las vacunas, una dosis doble de Pfizer o AstraZeneca cinco meses después de la vacunación “apenas neutraliza la variante Omicron”.