Cuando los padres fallecen también muere un poco de nosotros, porque ellos son parte importante de nuestra vida. El dolor de la pérdida no se alivia, simplemente aprendemos a resignarnos.
Todos sabemos que el clico de la vida es nacer, crecer, reproducirse y morir; y aunque todos vamos a morir, cuando los padres faltan sentimos esa ausencia muy dolorosa porque se ha ido la raíz de dónde venimos.
A continuación, te mostramos algunas cosas que cambian cuando los padres fallecen:
• Se necesita del apoyo de toda la familia para superar el dolor
• Se desarrolla el sentimiento de protección
• Se aprende a vivir la vida con amor porque se crea consciencia de que de un momento a otro la vida puede acabar.
• Se siente miedo de perder a otro ser querido: hijos, esposo, hermanos, etc.
• Aparece el deseo de estar más presente en la vida de los seres queridos.
• Al extrañar a los padres y ver que otros si están vivos, sentimos una especie de nostalgia por lo que ya no están.