A muchos les pasa que la navidad no los entusiasma, es más, ni siquiera les gusta, porque detestan el consumismo que aparece a flor de piel en esa época.

El Instituto Europeo de Psicología Positiva dice que la navidad es una época de mucho consumo y además nos obliga a ser amables y agradables, aunque no nos apetezca.

Las personas que odian la navidad tienden a analizar y detectar el lado oscuro de las situaciones, además, se les facilita analizar las cosas y no dan todo por sentado.

Estas personas poseen una fortaleza psicológica que en psicología se llama “análisis”.

Ellos se toman su tiempo antes de actuar, evalúan la información y generan un pensamiento crítico. Esta cualidad es bastante útil cuando se deben tomar decisiones importantes en la vida, ya que están en capacidad de analizar los pros y los contras, los efectos a corto y largo plazo y solo dan el paso cuando tienen clara cuál es la mejor opción.

El inconveniente de esta cualidad es que a estas personas a veces se les dificulta disfrutar plenamente de las cosas porque piensan mucho cada idea que pasa por su cabeza.

Cuando una persona que odia la navidad se deja llevar por el impulso de la época y se integra a las fiestas, es bastante probable que puedan sacar lo mejor de sí, mostrando una buena combinación entre la fortaleza psicológica, el análisis y la curiosidad.