En algunos condados, sólo la mitad del aumento de las muertes durante la pandemia se atribuye al COVID-19. Los investigadores afirman que esto apunta a un subregistro masivo.
Esas personas murieron casi con toda seguridad de COVID-19, pero sus certificados de defunción no lo mencionan. En su lugar, se enumeran afecciones con síntomas muy parecidos a COVID-19, como la enfermedad de Alzheimer, la hipertensión y la diabetes.
Una investigación realizada por Documenting COVID-19 y expertos revela por qué tantas muertes han quedado sin contabilizar: Después de abrumar al sistema de salud del país, el coronavirus evadió su anticuado y descentralizado sistema de investigación y registro de muertes.
Los forenses y examinadores médicos, se guiaron por la palabra de las familias cuando llamaron para informar de la muerte de un pariente en casa. Los forenses y examinadores médicos no revisaban los historiales médicos ni ordenaban pruebas para buscar el COVID-19 y atribuyeron las muertes a causas inexactas e inespecíficas.