Algunas veces tenemos trato continuo o hasta convivimos con una persona que, aunque muestra un rostro amable e inofensivo, es capaz y hasta disfruta haciendo sufrir a los demás.
Este tipo de personas se camufla muy bien en la sociedad y la mayoría de las veces se dificulta reconocerlos. Aquí te decimos como detectarlos:
• Son controladores
• Se molestan mucho cuando no pueden asumir el liderazgo hasta en lo más sencillo
• Son deshonestos y no tienen inconveniente en violar las normas para su propio beneficio.
• No piensan en el interés general
• No entienden que sus actuaciones podrían perjudicar a otros.
• Disfrutan comenzando peleas para perjudicar a otra persona y luego se complacen mirando el caos que crearon.
• Muy pocas veces se arrepienten de sus malas acciones.
• Creen que son mejores y más especiales que el resto de los humanos.
• Aunque son controladores, no asumen responsabilidad de sus actos; por lo que se dedican a mandar y manipular, pero si algo sale mal jamás aceptarán que es por su culpa.
• Exigen mucho a los demás, pero no soportan que les pidan nada a cambio.
• Muestran total desinterés por la vida de sus amigos, compañeros y hasta de sus parejas.
• Les gusta crear un clima de competencia para generar incomodidad y hasta humillación.
• Son muy prejuiciosos