En el noreste de Brasil, las autoridades locales afirman que nunca antes se habían visto inundaciones de esta magnitud. Decenas de miles de personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares.

Al menos 20 personas han muerto y más de 50,000 se han visto obligadas a abandonar sus hogares debido a las calamitosas inundaciones que azotan el noreste de Brasil, según informaron las autoridades.

La potencia de las aguas que recorren el terreno costero dejó a los brasileños asombrados.

“Hemos tenido otras inundaciones, otras catástrofes con muertos, pero nada, absolutamente nada, con esta extensión territorial, con este número de ciudades golpeadas al mismo tiempo y con el número de personas impactadas por esta tormenta”, dijo Rui Costa, el gobernador del estado de Bahía.

A medida que las represas cedían, en algunos barrios sumergidos los tejados eran el único signo que quedaba de las comunidades que alguna vez estuvieron llenas de vida.

Los equipos de rescate utilizaron embarcaciones y helicópteros para acceder a partes de Ilhéus, Itabuna, Irecê y otras cien ciudades. Los estados vecinos enviaron aviones y bomberos para ayudar a la policía y a los miembros de las fuerzas armadas, mientras que los voluntarios distribuyeron donaciones de alimentos, colchones y mantas para las comunidades más pobres.