Los estadounidenses renunciaron a sus puestos de trabajo a un ritmo récord en noviembre, mientras las ofertas de empleo se mantuvieron cerca de sus máximos históricos, en una señal de que los trabajadores siguieron manteniendo la mayor parte de la ventaja antes de que la variante ómicron disparara los casos de COVID-19.

El número de trabajadores que abandonaron sus puestos de trabajo se disparó a 4.5 millones desde 4.2 millones, por encima del récord anterior de 4.4 millones alcanzado en septiembre, según informó el Departamento de Trabajo. Esto significa que el 3% de los trabajadores dejaron voluntariamente sus puestos, igualando el récord de septiembre.

Los empleadores publicaron 10.6 millones de ofertas de empleo, por debajo del récord de 11 millones del mes anterior y del máximo histórico de julio, según la Encuesta sobre Ofertas de Empleo y Rotación Laboral. Las ofertas de empleo han superado los 10 millones durante seis meses consecutivos.

El descenso se debió a una caída de 261,000 puestos de trabajo en restaurantes y hoteles. A pesar de que las vacantes en ese sector han caído desde su máximo de julio, las renuncias y las contrataciones se han mantenido fuertes, “lo que sugiere que algunas de las dificultades de contratación podrían estar disminuyendo”, dice Nick Bunker, director de investigación de Indeed, un sitio líder de empleo.

Aun así, dado que en noviembre había 6.9 millones de desempleados estadounidenses, eso significa que había 1.5 puestos de trabajo disponibles por cada desempleado, la mayor cifra registrada desde hace dos décadas.