A partir del sábado, las aseguradoras de salud privadas deberán cubrir en sus planes hasta ocho pruebas de COVID-19 en casa por mes por persona. El gobierno de Biden anunció el cambio, en un intento de reducir los costes y hacer que las pruebas del virus sean más cómodas.
Según la nueva política, los estadounidenses podrán comprar los kits de pruebas caseras de forma gratuita con su seguro o presentar los recibos de las pruebas para su reembolso, hasta el límite mensual por persona.
Una familia de cuatro miembros, por ejemplo, podrá recibir el reembolso de hasta 32 pruebas al mes. Las pruebas PCR y las pruebas rápidas solicitadas o administradas por un proveedor de servicios sanitarios seguirán estando totalmente cubiertas por el seguro, sin límite alguno.
El presidente Joe Biden se enfrentó a las críticas durante la temporada de vacaciones por la escasez de pruebas rápidas en el hogar, ya que los estadounidenses viajaron para ver a sus familiares en medio del aumento de los casos de la variante ómicron. Ahora la administración está trabajando para que las pruebas caseras de COVID-19 sean más accesibles, tanto aumentando el suministro como reduciendo los costes.