En muchos supermercados encontramos frutas que se venden partidas por la mitad o en más partes; esto ocurre principalmente con la sandía, melón, papaya y piña.
Sin embargo, hay razones para no comprar frutas en esa presentación.
El primer motivo para no hacerlo es que podrían aumentar el riesgo de una intoxicación alimentaria ocasionada por bacterias como la salmonela, la listeria o la E.Coli.
Cabe anotar que las frutas se pueden contaminar con bacterias en cualquier etapa, ya sea en la producción, transporte o almacenamiento.
Cuando se corta o se pela una fruta, los patógenos se pueden transferir a la parte comestible de la fruta. Esto puede ocurrir si se manipulan con las manos sucias o si las frutas han tenido contacto con superficies y utensilios contaminados.
Por ejemplo, las bacterias como la E.coli se adhieren al cuchillo desde la cáscara del melón sucio y contaminan las rebanadas en cada corte. Una vez ahí, los microorganismos se multiplican.
También se detectó que la salmonela se extiende con mayor rapidez en los melones cortados y conservados a temperatura ambiente.
Aunque las frutas y verduras pre-cortadas son prácticas y nos ahorran tiempo al momento de cocinar o consumir, no hay forma de garantizar que hayan sido manipuladas en un ambiente limpio. Por este motivo se recomienda adquirir los alimentos enteros.
¿Cómo se eligen y manipulan las frutas?
• En caso de necesidad de comprar este tipo de productos, se debe verificar que estén refrigeradas a menos de 4°C y no a temperatura ambiente.
• Si las frutas están dentro de un envase, hay que evitar adquirir los productos con empaques rotos o abiertos y también se debe verificar la fecha de caducidad.
• Cuando se llega a casa, se deben de meter al refrigerador inmediatamente. Es muy importante cubrirlos bien y ubicarlos lejos de la carne cruda para evitar la contaminación cruzada.
• Cuando se adquieren frutas o verduras cerradas, se debe observar que no tengan magulladuras. Deben lavarse con agua antes de consumirlas, pelarlas, cortarlas o cocinarlas. Así, las bacterias no se transfieren a la parte comestible.
• Se recomienda lavar con un cepillo limpio los melones, sandías o pepinos antes de cortarlos.
• Procurar mantener las frutas enteras hasta que se vayan a consumir.
• Una vez rebanada una fruta, se debe de meter al refrigerador y evitar que permanezca a temperatura ambiente por más de dos horas.
• Siempre se deben manipular los alimentos con las manos y utensilios bien limpios.