Una parte de cohete rusa fuera de control ha vuelto a entrar en la atmósfera terrestre, según la última estimación del Mando Espacial de Estados Unidos, que ha estado siguiendo su descenso.
El cohete de carga pesada Angara-A5 fue lanzado el lunes 27 de diciembre desde el puerto espacial de Plesetsk, en la región rusa de Arkhangelsk, al noroeste del país. En el lanzamiento se probó una nueva parte superior del cohete, conocida como booster Persei, según la agencia estatal de noticias TAS.
La mayoría de los desechos espaciales se queman al reingresar en la atmósfera terrestre y suponen un riesgo mínimo para los seres humanos, pero es posible que las piezas más grandes puedan causar daños si aterrizan en regiones habitadas.