El Abierto de Australia funcionará con una capacidad de espectadores significativamente reducida, según informó el gobierno del estado de Victoria.

El torneo de tenis del Grand Slam, que comienza el lunes en Melbourne, tenía previsto celebrarse con el aforo completo, pero esos planes se desbarataron debido al creciente número de casos de coronavirus y de hospitalizaciones en Victoria.

Todavía podría haber estadios llenos, o casi llenos, para algunos partidos. El gobierno de Victoria dijo que no se cancelaría ni se cambiaría ninguna de las entradas vendidas anteriormente, pero que la venta de más entradas quedaría “en pausa al 50% de su capacidad”.

El torneo ha sido durante mucho tiempo uno de los eventos deportivos más concurridos del mundo. En 2020 atrajo a 812,174 espectadores durante sus dos semanas de duración, a finales de enero y principios de febrero. Pero la afluencia de público se redujo considerablemente el año pasado, cuando el torneo se retrasó a causa de la pandemia. El Open no recibió espectadores durante cinco de sus 14 días después de que se aplicara un bloqueo durante el evento.