Las autoridades federales y estatales han advertido esta semana de las estafas relacionadas con las pruebas del coronavirus que se han aprovechado de la tensa infraestructura de pruebas de Estados Unidos y han dejado a los estadounidenses con resultados de pruebas no válidos, facturas médicas erróneas y pruebas caseras excesivamente caras.

El fraude relacionado con el virus ha persistido desde el inicio de la pandemia, pero la rápida propagación de la variante Omicron ha creado oportunidades para los estafadores que se aprovechan de la gran demanda de pruebas.

El viernes, la Oficina de Buenas Prácticas Comerciales (Better Business Bureau) emitió una alerta sobre los sitios web falsos y los sitios de pruebas emergentes que recogen la información personal de las personas, les hacen un frotis para una prueba y luego nunca proporcionan los resultados.

Los fiscales generales de Oregón, Nuevo México e Illinois aconsejaron esta semana a los residentes que recurrieran únicamente a los centros autorizados para la realización de pruebas de detección de virus -que suelen figurar en los sitios web de los gobiernos municipales, estatales y de los condados, o ser recomendados por un médico de atención primaria- debido a las estafas que se producen en los sitios de pruebas emergentes en Internet.