En los últimos dos años, el gobierno chino ha perfeccionado sus poderes para rastrear y acorralar a la gente, con el apoyo de tecnología, ejércitos de trabajadores de barrio y un amplio apoyo público. Una aplicación sanitaria ha sido clave para el objetivo de China de acabar totalmente con el coronavirus dentro de sus fronteras.
Ahora, los funcionarios chinos están dirigiendo su aguda vigilancia contra la corrupción y la disidencia. Esto proporciona a Xi Jinping, el líder de China, una potente herramienta tecno-autoritaria.
La contención de Covid será una de las principales prioridades cuando los atletas y periodistas de todo el mundo lleguen a Pekín esta semana para los Juegos Olímpicos de Invierno y la ceremonia de apertura será este viernes.