Seis semanas después del día de las elecciones, el presidente Donald J. Trump ordenó a su abogado, Rudolph W. Giuliani, que hiciera una llamada extraordinaria. El Sr. Trump quería que le preguntara al Departamento de Seguridad Nacional si podía tomar legalmente el control de las máquinas de votación en los estados decisivos, dijeron personas familiarizadas con el asunto.

Giuliani lo hizo, llamando al subsecretario en funciones del departamento, quien dijo que carecía de autoridad para auditar o incautar las máquinas.

El Sr. Trump presionó al Sr. Giuliani para que hiciera esa investigación para que el Pentágono tomara el control de las máquinas. Y el contacto con el Departamento de Seguridad Nacional se produjo poco después de que Trump, en una reunión en el Despacho Oval con el fiscal general William P. Barr, planteara la posibilidad de que el Departamento de Justicia pudiera incautar las máquinas, una sugerencia que Barr rechazó inmediatamente.

Los nuevos relatos muestran que el Sr. Trump si estuvo más directamente involucrado de lo que se conocía anteriormente en la exploración de propuestas para utilizar sus agencias de seguridad nacional para incautar las máquinas de votación mientras se aferraba sin éxito a la evidencia de fraude que le ayudaría a revertir su derrota en las elecciones de 2020, según personas familiarizadas con los episodios.