A los expertos en salud les preocupa que la pandemia, al alterar las rutinas diarias, haya reducido la movilidad y la condición física de los adultos mayores.
En tiempos normales, Cindy Myers, ejecutiva de una organización sin ánimo de lucro, “no es una persona realmente física”, dijo. “Trabajo en un despacho. No soy una gran ejercitadora”.
Aun así, antes de la pandemia, la Dra. Myers, que tiene 64 años y un doctorado en desarrollo de organizaciones, se desplazaba desde su casa en Petaluma, California, a una oficina en San Francisco.
Al igual que muchos empleados, la Dra. Myers lleva dos años trabajando a distancia, reduciendo los actos sociales y culturales y renunciando a los viajes. Ese cambio, quizá agravado por un ataque de depresión en 2020, le ha pasado factura física, dice. Sus extremidades se sienten débiles, su equilibrio se tambalea; se ha caído varias veces.
Muchos expertos en salud están preocupados por el empeoramiento de la condición física y la movilidad de los adultos mayores desde que Covid-19 puso patas arriba la rutina diaria. Investigaciones recientes indican que muchas de las personas que tuvieron infecciones leves o moderadas, incluso algunas que han logrado evitar el virus por completo, pueden estar sufriendo un deterioro funcional.