Encontrar el próximo virus mortal y evitar que una rata, un murciélago o un mono lo transmitan a las personas debería ser el objetivo principal de los esfuerzos mundiales para detener la próxima pandemia, defiende un grupo de investigadores internacionales en un estudio publicado el viernes.
Según los investigadores, evitar que las enfermedades pasen de la fauna salvaje a las personas salvaría vidas y ahorraría miles de millones en costes, y debería ser prioritario antes que detectar y tratar los virus después de que las personas enfermen.
Los investigadores calculan que costaría 20,000 millones de dólares al año concentrar los esfuerzos de prevención en los lugares de mayor riesgo, sólo una décima parte de las pérdidas económicas anuales estimadas por las enfermedades víricas emergentes y un precio pequeño al lado de los 3.3 millones de vidas que se calcula que se pierden cada año por las enfermedades infecciosas emergentes.
El estudio enumera tres factores principales que impulsan la aparición de nuevos patógenos: 1) el comercio de animales salvajes y la caza; 2) la intensificación y expansión de la agricultura; y 3) la destrucción de los bosques tropicales, pues la deforestación, especialmente en los trópicos, hace que las personas entren en mayor contacto con los animales al despejar la tierra para la agricultura, la madera y la construcción de carreteras.