Algunas personas tienen mucha dificultad para levantarse en las mañanas, aunque hayan dormido bien toda la noche, se la pasan bostezando todo el día e incluso hay momentos en que tienen la sensación de no poder más y los vence el sueño.
Esta es una enfermedad llamada hipersomnia o somnolencia diurna extrema, y un 20 % de la población la sufre.
Existen diferentes grados de hipersomnia:
• Leve: cuando el sueño invade a la persona en situaciones que se consideran aburridas o monótonas, por ejemplo, ver televisión, asistir a una conferencia, etc.
• Moderada: el sueño invade a la persona, aunque no esté haciendo algo aburrido sino que la actividad requiere de cierta atención y aún, así le ocurre.
• Severa: cuando la sensación no se puede controlar y ocurre en cualquier lugar o circunstancia.
¿Cuáles son las causas del sueño diurno?
Una sencilla razón para esto sería que la persona tiene malos hábitos. Antes de pensar que se tiene un trastorno del sueño más grave, se debe revisar primero:
• La hidratación. Poca gente bebe los 2 litros de agua diarios que nos recomiendan. En esa cantidad se deben incluir las sopas, zumos de frutas, infusiones).
Uno de los primeros síntomas de la deshidratación es el cansancio y la somnolencia. Se debe de beber agua, aunque no se sienta sed.
• Desayuno deficiente: Esta es la comida más importante del día porque, tras el ayuno nocturno, representa el primer combustible que se aporta al cuerpo. Si se omite o se come muy poco, es normal que se sienta cansancio o sin energía.
• El estrés causado por el exceso de trabajo o cualquier otra causa, ocasiona que el organismo se agote más de lo habitual y empieza a pedir pequeños descansos a lo largo del día.
Además, el estrés hace que no se completen las fases profundas del sueño y se vuelva más ligero, aunque se tenga la sensación de haber dormido toda la noche.