Eslovaquia parecía no tener tiempo.

Su equipo de hockey masculino había marcado primero en su partido de cuartos de final contra Estados Unidos en los Juegos de Pekín. Pero incluso después de ceder la ventaja, había mantenido a los estadounidenses, los principales cabezas de serie del torneo olímpico, a un solo gol durante toda la tarde.

Sin embargo, cuando Marek Hrivik patrullaba cerca del pliegue estadounidense en el último minuto, Eslovaquia aún necesitaba un gol. El gol llegó cuando faltaban 44 segundos, lo que llevó el partido a la prórroga y, finalmente, a la tanda de penaltis. Allí, Eslovaquia ganó por 3-2 y puso fin a la ambición de Estados Unidos de conseguir una medalla de oro olímpica con su equipo más joven en décadas.

“Hemos jugado muy bien los tres primeros partidos, y éste ha sido nuestro primer partido malo”, dijo el delantero estadounidense Ben Meyers. “Y ahora estamos acabados. Realmente no sé qué decir en este momento”.