Las elecciones al Consejo de Educación de San Francisco no suelen ser un acontecimiento nacional. La ciudad es un orgulloso símbolo de liberalismo.
Pero las elecciones revocatorias de esta semana, en las que se destituyó a tres miembros del consejo, no se referían únicamente a la política local. También refleja una tendencia: Muchos estadounidenses, incluso en lugares liberales, parecen frustrados por lo que consideran un bandazo hacia la izquierda por parte del Partido Demócrata y sus aliados. Esta frustración abarca varios temas, como la educación, la delincuencia y Covid-19.
Lo sorprendente de esta situación es que el Partido Republicano también está en desacuerdo con la opinión pública en muchos de los mismos temas. Los republicanos han defendido la bandera confederada, han nombrado a candidatos que hacen comentarios racistas y han lanzado una campaña exagerada contra la teoría racial crítica. Los republicanos se han opuesto a medidas populares para mejorar la responsabilidad policial y la regulación de las armas. Los republicanos han hecho declaraciones falsas sobre las vacunas Covid y han afirmado que las máscaras son una herramienta de opresión del gobierno.
En algunas de estas cuestiones, la opinión pública se divide en función de la raza, ya que los demócratas adoptan las posiciones preferidas por los votantes de color y los republicanos se alinean con los votantes blancos. Muchos demócratas creen que sería inmoral hacer lo contrario, sea cual sea el precio político.