Los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022 han llegado a su fin y, una vez más, Noruega ha encabezado la clasificación, con 37 medallas. Hace cuatro años, en Pyeongchang, Noruega aplastó a la competencia con 39, y cuenta con más medallas olímpicas de invierno que cualquier otro país.

Pero en Nueva York viven más personas que en Noruega. ¿Cuál es su secreto?

En primer lugar, Noruega es rica: Con un PIB per cápita de 67.389 dólares, es el séptimo país más rico del mundo. Se necesita mucho dinero para triunfar en los deportes de invierno, que requieren un equipo caro, tecnología punta y un entrenamiento experto (en Estados Unidos, una carrera de esquí puede costar 500,000 dólares).

Noruega también es un país frío y tiene una fuerte cultura de esquí: el 70% de los noruegos tiene esquís de fondo, según una encuesta de 2013.

Pero quizás lo que diferencia a Noruega es su capacidad para crear atletas entusiastas desde una edad temprana. En lugar de encerrar a los niños en competiciones de alto nivel cuando son jóvenes, Noruega les invita a incursionar en una variedad de deportes con un solo objetivo: divertirse. El gobierno se toma esto tan en serio que elaboró un documento llamado “Derechos de los niños en el deporte”, que afirma que “los niños deben recibir una experiencia positiva cada vez que participen en el deporte”.