Los disparos rusos provocaron un incendio en Zaporizhzhia, en el sur de Ucrania, la Mayor Central Nuclear de Europa, según las autoridades ucranianas.
El incendio fue extinguido posteriormente y las fuerzas rusas ocuparon la instalación. Las autoridades afirman que no hay signos de fugas de radiación en la planta incendiada.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, dijo que creía que se trataba de un ataque intencionado e instó a la OTAN a poner en marcha una zona de exclusión aérea sobre Ucrania. La OTAN rechazó sus peticiones.
“Hemos sobrevivido a la noche que podría haber puesto fin a la historia”, afirmó Zelensky, afirmando que el incendio podría haber causado un daño seis veces superior al de Chernóbil.